Carta a Rosemary Smith
(Rosa Girasol)
Esta noche volví a leer de un tirón La tragicomedia del padre Elías y Martina la velera. Qué humor, ironía, diabolismo y santidad encierran estas maravillosas páginas del Maestro. Quería compenetrarme con él en esta noche de soledad y de paz del alma, para hacer un poco más fuerte mi espíritu.
No creas que olvidé el 16 de febrero, me fue imposible escribir una letra para doña Margarita y sus hijos, y me negué a cumplir con un requisito convencional como usa la gente en los aniversarios y fechas así. Estaba abatido ese día por un silencio infinito, me había quedado sin palabras para recordar esa muerte, que para mí no es muerte. Era una sensación casi voluptuosa de impotencia, semejante a lo que sintió Regina, pero ella al menos pudo expresar su impotencia y su silencio en palabras, yo no pude. Son cosas que me pasan y que me son invencibles... De pronto le enviaré unas palabras... cuando bajen del cielo. Hoy les mando a doña Margarita y al querido Fernando un par de cariñosos abrazos. Tómate el placer de entregárselos personalmente.
Fuente:
Archivo personal de Rosemary Smith (Rosa Girasol). Ver facsímil aquí. Cortesía de Michael Smith, creador de: